Reino Unido bajo presión por opacidad financiera en sus dependencias
Esta noticia ha sido publicada previamente por The Guardian.
Varios territorios de ultramar del Reino Unido, incluidos las Islas Vírgenes Británicas, las Islas Caimán y Bermudas, han incumplido el plazo final para establecer registros públicos de beneficiarios reales, medida clave para combatir el lavado de dinero y la evasión fiscal. Según el gobierno británico, estas jurisdicciones debían implementar registros accesibles que permitieran identificar a los verdaderos propietarios de empresas, pero el plazo del 30 de junio expiró sin avances sustanciales. Esto intensifica las críticas internacionales sobre la falta de transparencia en estos centros financieros, señalados repetidamente como facilitadores del flujo global de fondos ilícitos.
El incumplimiento amenaza con deteriorar la reputación del Reino Unido, que ya enfrentaba presiones del G7 y de grupos anticorrupción para actuar con más firmeza contra la opacidad de sus territorios dependientes. Activistas reclaman sanciones o intervenciones directas, argumentando que el retraso perpetúa la existencia de estructuras offshore utilizadas para ocultar activos vinculados con corrupción, delitos fiscales o incluso financiamiento del crimen organizado.
Posibles consecuencias y exigencias de mayor control
Expertos advierten que la inacción podría derivar en que organismos internacionales impongan medidas contra estos territorios, afectando su industria financiera. Mientras tanto, organizaciones como Transparency International exigen que el Reino Unido haga cumplir de forma inmediata sus compromisos y adopte mecanismos legales para garantizar que sus territorios de ultramar implementen registros abiertos, robustos y auditables que desincentiven el uso indebido de sociedades pantalla.
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