Expertos debaten si los controles internos son demasiado costosos

Esta noticia ha sido publicada previamente por Radical Compliance.

Un reciente artículo ha reabierto el debate sobre los costes asociados al cumplimiento de la Ley Sarbanes-Oxley (SOX), especialmente en lo que respecta a la sección 404, que exige a las empresas evaluar y certificar la eficacia de sus controles internos financieros. La inquietud surge a raíz de que algunas compañías, como Alaska Air Group, han experimentado incrementos significativos en los gastos relacionados con auditorías internas y externas. Estos costes, argumentan algunos ejecutivos, podrían estar desviando recursos que podrían utilizarse en otras prioridades estratégicas o tecnológicas.

El problema no es nuevo, pero vuelve al primer plano tras observar que, incluso con presupuestos crecientes para el cumplimiento de SOX, persisten los errores materiales y las debilidades en los controles. Esto ha llevado a cuestionar si el enfoque actual es el más eficiente o si se ha vuelto excesivamente formalista, generando procesos que no necesariamente se traducen en mejores resultados financieros o mayor confianza del inversor.

¿Es necesario replantear el cumplimiento SOX?

Algunos analistas señalan que una revisión de las exigencias de cumplimiento podría mejorar la proporcionalidad del esfuerzo regulatorio, sin comprometer la calidad del control financiero. Otros, sin embargo, advierten que relajar las exigencias pondría en riesgo la transparencia y rendición de cuentas que SOX busca garantizar desde su implementación tras los escándalos de Enron y WorldCom. En cualquier caso, el debate pone en evidencia la necesidad de equilibrar costos, efectividad y valor real del cumplimiento normativo.

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