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La red social con origen francés lanzada en 2020 se ha puesto de moda y está teniendo un ascenso absolutamente meteórico, siendo 2022 el año en el que ha comenzado a ganar más adeptos.

Objetivo de la aplicación

Su objetivo es sencillo: tiene como idea huir del “postureo” de otras redes sociales, haciendo que los usuarios compartan momentos cotidianos de sus vidas. La idea es tratar de “ser reales”, aunque no esto presenta ciertas sombras.

En primer lugar, comenzando por su funcionamiento ya que una vez descargues la aplicación, recibes una notificación al día indicando que “es la hora del BeReal”. Esto significa que el usuario tendrá dos minutos para tomar y publicar una foto de lo que está haciendo en ese momento, por muy mundano que sea.

La notificación nunca llega en una hora fija, lo que aumenta el misterio alrededor de la misma, pues no solo se entromete en la privacidad del usuario sino también en sus quehaceres diarios.

Sistema de captura de foto doble

Pero si hay algo que resulta verdaderamente peligroso eso es su sistema de captura de foto doble. Hay que tener en cuenta que por medio de este método, el usuario pierde control sobre lo que enseña, pudiendo llegar a publicar información que no desea: la ubicación, el post-it con las contraseñas del ordenador… además, la aplicación no tiene deshabilitado por defecto el sistema de geolocalización. Por otro lado, si haces la foto pero no la publicas en ese momento, BeReal indicará a tus amigos cuántas horas han pasado entre la hora de la notificación y la de publicación, realizando un seguimiento perfecto de dónde estabas y de lo que hacías. 

Protección de la privacidad de los usuarios

Sin embargo, no todo es malo. Como medida para proteger la privacidad de los usuarios, estos sólo podrán acceder al feed de sus amigos si ellos publican en el suyo, en caso contrario, este se encuentra vedado.

No obstante, hay una parte aún más turbulenta al respecto, y es el hecho de que la app se autodenomina así misma “empresa de alojamiento”, con esta afirmación, la empresa pretende eludir cualquier tipo de responsabilidad respecto al contenido publicado por sus usuarios, y esto implica, que se crea el escenario perfecto para alojar contenido pornográfico, pedófilo o que incite al odio y demás contenido ilícito a lo largo y ancho de la plataforma.

En resumen, queda por comprobar si la aplicación ha llegado para quedarse o se trata de otra moda pasajera.

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