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Ante el éxito de otras herramientas, Google ha apostado fuerte en el uso de la IA para evitar quedarse atrás en su mercado estratégico.

Así, Google ha lanzado su herramienta Bard en toda Europa, siendo hasta el momento la mayor expansión de la herramienta de IA generativa de Google.

La llegada de esta herramienta a Europa se ha visto retrasada más de lo esperando, principalmente debido a las dudas sobre la posible adecuación de esta a la legislación comunitaria en materia de privacidad y protección de datos.

En este sentido, el anuncio este mismo mes por parte de la Comisión Europea en el que confirmaba la firma de un nuevo acuerdo de transferencia de datos con Estados Unidos (E.E.U.U), parece haber influido positivamente en la decisión de Google de lanzar Bard en Europa.

No obstante, el tecnológico norteamericano tiene por delante una serie de retos:

  • El primer reto que puede encontrarse es que suceda lo mismo que en los últimos acuerdos de datos, y la justicia bloquee la realización de transferencias internacionales de nuevo.

A este respecto, es una posibilidad que el nuevo Data Privacy Framework sea anulado, según la opinión de los expertos. ¿El motivo?

Pese a los cambios, E.E.U.U. no ha modificado su ley de seguridad nacional y las autoridades pueden seguir accediendo a los datos de las empresas.

  • Otro factor que considerar es la futura normativa regulatoria de IA, desarrollada desde la Unión Europea.
  • A través de dicha norma, la UE pretende regular el uso de la IA, incluyendo el de herramientas generativas como ChatGPT y Bard.

Los anteriores factores deben ser tenidos en cuenta por parte de la compañía con relación al uso de su herramienta. De momento, el servicio de Google Bard ya está disponible en toda Europa.

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