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Un Juzgado de 1ª Instancia de Asturias absuelve a un consumidor de pagar 9.000 euros al banco ING Bank, reclamados en concepto de deuda por la suscripción de un supuesto contrato de crédito, a quien además incluyeron en un fichero de morosos. El Juzgado anula los contratos y basa su decisión ante la falta de pruebas que acrediten la suscripción y adeudo del préstamo.

Según comenta la abogada que defendió los intereses de la demandada, Carla García Rodríguez, del despacho Mithra Legal Advisors, “la relevancia del fallo radica en que el banco demandante no ha podido acreditar de forma suficiente que nuestro cliente, un consumidor, adeudase el importe reclamado”.

El procedimiento se inició con monitorio y posteriormente continuó con un ordinario, al que el demandado se opuso desde el inicio basando su defensa en que no había firmado ninguno de los tres documentos en los que la entidad bancaria fundamentaba su reclamación.

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