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La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha confirmado la sanción de 1 millón de euros impuesta por la Comisión Nacional del Mercado de Valores al Banco Santander, como sucesor del Banco Popular en la responsabilidad por una infracción cometida por este último banco, por omitir datos o darlos engañosos en sus informes anuales de 2013 a 2015 sobre remuneración de sus consejeros ejecutivos en relación con los sistemas de ahorro a largo plazo y pagos por resolución de los contratos. 

El tribunal ratifica su doctrina en relación con la sucesión en la responsabilidad sancionadora entre personas jurídicas, y subraya que dicha sucesión opera también cuando las sanciones se imponen por infracciones cometidas por el consejo de administración de la entidad bancaria absorbida por el incumplimiento de medidas organizativas o de otra índole exigidas por la normativa vigente a las entidades bancarias. 

La Sala se muestra de acuerdo con el Abogado del Estado en que es irrelevante el hecho de que la actuación de la entidad absorbente resulte ajena a la actuación que generó la responsabilidad, ya que la transmisión de responsabilidad no opera por ser el autor de la conducta sancionada sino por el ser el sucesor y continuador de la sociedad que la adoptó. 

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