Esta noticia fue publicada previamente por OCCRP.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció la semana pasada la presentación de cargos penales contra 138 médicos, enfermeras y profesionales de la medicina con licencia por su presunta participación en tramas de fraude por valor de unos 1.400 millones de dólares.

Las autoridades acusaron a 43 sospechosos de 31 distritos federales de causar 1.100 millones de dólares de esas pérdidas mediante reclamaciones fraudulentas en el ámbito de la telemedicina, es decir, servicios médicos ofrecidos en línea. El resto se refería a “hogares de sobriedad”, fraudes relacionados con la COVID-19 y esquemas de distribución de opioides.

Los documentos judiciales muestran que algunos ejecutivos de la telemedicina pagaron a médicos y enfermeras para que pidieran equipos médicos y analgésicos innecesarios, a menudo después de haber interactuado con los pacientes sólo brevemente por teléfono o sin hacerlo. A continuación, las empresas presentaban reclamaciones falsas a las aseguradoras gubernamentales.

El dinero se gastaba entonces en “artículos de lujo, incluidos vehículos, yates y propiedades inmobiliarias”, según el comunicado.

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