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Las autoridades de Rumanía, los Países Bajos e Irlanda han descubierto un sofisticado plan de fraude que utilizaba correos electrónicos comprometidos y fraudes de pagos anticipados, en el marco de una acción coordinada por Europol.

El 10 de agosto, 23 sospechosos fueron acusados como resultado de una serie de redadas realizadas simultáneamente en los Países Bajos, Rumanía e Irlanda. En total se registraron 34 lugares. Se cree que estos delincuentes han defraudado aproximadamente un millón de euros a empresas de al menos 20 países.

El fraude fue llevado a cabo por un grupo de delincuencia organizada que, antes de la pandemia de COVID-19, ya ofrecía ilegalmente otros productos ficticios para su venta en línea, como pellets de madera. El año pasado los delincuentes cambiaron su modus operandi y empezaron a ofrecer materiales de protección tras el estallido de la pandemia de COVID-19.

Este grupo delictivo -compuesto por nacionales de distintos países africanos residentes en Europa- creó direcciones de correo electrónico y páginas web falsas similares a las de empresas mayoristas legítimas. Haciéndose pasar por estas empresas, estos delincuentes engañaban a las víctimas -principalmente empresas europeas y asiáticas- para que les hicieran pedidos, solicitando los pagos por adelantado para poder enviar la mercancía.

Sin embargo, la entrega de la mercancía nunca se producía, y los ingresos se blanqueaban a través de cuentas bancarias rumanas controladas por los delincuentes antes de ser retirados en cajeros automáticos.

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