Esta noticia fue publicada previamente por The Verge.

Google pronto almacenará el historial de localización de los usuarios de Maps localmente en sus dispositivos en lugar de en la nube, un gran cambio que dificultará el acceso de las fuerzas de seguridad a los datos.

Las polémicas “órdenes de geovalla” permiten a las fuerzas de seguridad recopilar datos de las empresas tecnológicas sobre los teléfonos móviles que han pasado por una zona determinada durante un periodo de tiempo específico. Por ejemplo, el FBI ha utilizado esta orden para recabar información sobre una protesta de Black Lives Matters en Seattle como parte de una investigación sobre un intento de incendio provocado.

Consulte la noticia original si desea conocer más.