Esta noticia fue publicada previamente por el Grupo Wolfsberg.

La transparencia en los pagos puede parecer un tema muy árido, pero es esencial para el buen funcionamiento del mundo comercial. La transparencia es necesaria, por ejemplo, para que los receptores puedan aplicar adecuadamente los fondos recibidos. La transparencia es igualmente importante para gestionar el riesgo de delincuencia financiera, ya que permite cotejar los pagos con las listas de sanciones y hace posible el proceso de supervisión de las transacciones para identificar actividades inusuales o sospechosas, como exige la ley. Si la información sobre las partes que realizan la transacción y la finalidad del pago está ausente o incompleta, los procesos de cumplimiento de la normativa sobre delitos financieros serán menos eficaces y darán lugar a más fricciones, mayores retrasos y costes más elevados para todos en el procesamiento de los pagos.

Garantizar unos niveles mínimos de transparencia y proporcionar claridad sobre dónde residen estas responsabilidades es, por tanto, de gran importancia para todos los proveedores de servicios de pago. Este reto ha aumentado a medida que la innovación en los pagos ha dado lugar a nuevas formas de mover los fondos. Está más extendido el uso de la agrupación de pagos (la agregación de más de un pago en una única transferencia que también puede denominarse lote, a granel o neteo), así como un aumento del número y los tipos de proveedores de servicios de pago (por ejemplo, bancos, MSB, procesadores de pagos de terceros o TPPP, fintechs, etc.).

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