Esta noticia fue publicada previamente por Aljazeera

El gigante sueco de las telecomunicaciones Ericsson sospecha que algunos de sus empleados en Irak pueden haber sobornado a miembros del grupo armado ISIS para obtener acceso a ciertas carreteras en el país, ha dicho el director ejecutivo de la compañía.

El precio de las acciones de Ericsson se desplomó más de un siete por ciento en la apertura del miércoles en la bolsa de Estocolmo tras la noticia.

“Lo que vemos es que la gente ha pagado por el transporte por carretera a través de las zonas controladas por las organizaciones terroristas, incluido el ISIS”, dijo Borje Ekholm al diario financiero sueco Dagens Industri.

“Con los medios que tenemos, no hemos podido determinar los destinatarios finales de estos pagos”, añadió.

Los comentarios de Ekholm se produjeron horas después de que la compañía publicara un comunicado a última hora del martes en el que admitía “graves infracciones de las normas de cumplimiento y del código de ética empresarial de la compañía” en relación con los empleados, vendedores y proveedores de Ericsson en Irak entre 2011 y 2019.

Dijo que una investigación interna llevada a cabo en 2019 había revelado “evidencia de mala conducta relacionada con la corrupción”.

Incluía “la realización de una donación monetaria sin un beneficiario claro; el pago a un proveedor por un trabajo sin un alcance y una documentación definidos; el uso de proveedores para realizar pagos en efectivo; la financiación de viajes y gastos inapropiados; y el uso indebido de agentes de ventas y consultores”.

Además, encontró violaciones de los controles financieros internos de Ericsson, conflictos de intereses, incumplimiento de las leyes fiscales y obstrucción de la investigación.

Ericsson dijo que también se identificaron esquemas de pago y transacciones en efectivo que “potencialmente crearon el riesgo de blanqueo de dinero”, pero “la investigación no pudo identificar que ningún empleado de Ericsson estuviera directamente involucrado en la financiación de organizaciones terroristas”.

Varios empleados abandonaron la empresa como resultado de la investigación, “y se tomaron otras múltiples medidas disciplinarias y correctivas”, dijo Ericsson en el comunicado.

La empresa dijo que había decidido revelar los detalles de la investigación, que ya lleva dos años, debido a “las detalladas preguntas de los medios de comunicación suecos e internacionales”.

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