Esta noticia fue publicada previamente por The Times.

Los expertos afirman que los bancos deberían comprobar las cuentas de los jóvenes adolescentes y señalar las actividades sospechosas a la policía para ayudar a recopilar información que podría reventar las líneas de los condados.

El informe pide a los bancos que identifiquen a los jóvenes que transfieren sumas de dinero inusuales o que sacan dinero en efectivo a gran distancia de su casa, ya que esto podría indicar que están involucrados en actividades sospechosas de ilegalidad.

Cientos de jóvenes y personas vulnerables son explotados y utilizados como correos en este tipo de operaciones delictivas, en las que las bandas urbanas trasladan la droga a las ciudades y pueblos de provincias. En el Reino Unido operan unas 600 bandas de county lines, aunque su número se ha reducido respecto a las 2.000 de hace dos años, en parte debido al aumento de las oportunidades de aplicación de la ley durante la pandemia.

El informe de BAE Systems Applied Intelligence, especializada en ciberseguridad y fraude, describe los perfiles y comportamientos de los narcotraficantes county lines para ayudar a los bancos a identificarlos. BAE subraya que la información debe utilizarse como información de inteligencia para investigar a los miembros de las bandas que están más arriba en la cadena, en lugar de criminalizar a los jóvenes que pueden haber sido coaccionados.

La “County Lines” es el transporte de drogas ilegales de una zona a otra, a menudo a través de los límites de la policía y de las autoridades locales (aunque no exclusivamente), normalmente por parte de niños o personas vulnerables que son coaccionados por las bandas. La “County Line” es la línea de teléfono móvil utilizada para recibir los pedidos de drogas. Las zonas de importación (zonas a las que se llevan las drogas) informan de un aumento de los niveles de violencia y de los delitos relacionados con las armas como consecuencia de esta tendencia.