Esta noticia fue publicada por The Guardian.

Hikvision, la empresa china de vigilancia identificada por el gobierno británico como una amenaza para la seguridad, ha “vuelto a comprometerse” con Gran Bretaña tras recibir la aclaración de que la prohibición de colocar sus cámaras en lugares sensibles no se extiende a las autoridades públicas ni a las comisarías de policía.

En un mensaje a sus clientes, la empresa estatal china, cuyos equipos están prohibidos en Estados Unidos por motivos de seguridad nacional, afirma que las nuevas directrices le permitirán “seguir adelante con nuestra misión”.

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