Esta noticia fue publicada previamente por el Wall Street Journal.
Una década de datos divulgados públicamente que revelan los miles de millones que los médicos reciben de las compañías farmacéuticas y de dispositivos médicos cada año ha hecho poco para alejar a la industria de la práctica.
Los estudios han encontrado evidencia de que los pagos, que van desde comidas gratuitas hasta honorarios por conferencias y trabajos de consultoría, afectan las decisiones de prescripción de los médicos, lo que lleva a un mayor uso de medicamentos y dispositivos de las empresas. La base de datos Open Payments, que se lanzó en 2014 y tiene su origen en la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, estaba destinada a brindar una mayor transparencia a las relaciones financieras entre la industria y los médicos, y tal vez desalentar algunas formas de influencia.
En cambio, la cantidad de dinero y otros beneficios proporcionados a los médicos y otros proveedores de atención médica ha crecido lentamente, según muestran las nuevas cifras.
Las empresas pagaron 12.750 millones de dólares a los proveedores médicos el año pasado, frente a los 6.490 millones de dólares de 2014, según datos publicados por los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid el mes pasado. Parte de ese crecimiento puede explicarse por la inflación y por la divulgación adicional a partir de 2020 de los pagos a una franja más amplia de profesionales médicos, incluidos asistentes médicos y enfermeras practicantes.
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