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La excepcional crisis del COVID-19 ha alimentado el aumento de la ciberdelincuencia en todas sus formas, mientras que la infraestructura gris sirve para facilitar la proliferación del delito

La aceleración de la digitalización relacionada con la pandemia del COVID-19 ha influido significativamente en el desarrollo de una serie de ciberamenazas, según la nueva edición de la Evaluación de la Amenaza de la Delincuencia Organizada en Internet de Europol. Los delincuentes se han apresurado a abusar de las circunstancias actuales para aumentar sus beneficios, extendiendo sus tentáculos a diversas áreas y exponiendo vulnerabilidades, conectadas a sistemas, hospitales o individuos. Mientras que los grupos de ransomware se han aprovechado del teletrabajo generalizado, los estafadores han abusado del miedo a la COVID-19 y de la búsqueda infructuosa de curas en Internet para estafar a las víctimas o acceder a sus cuentas bancarias. El aumento de las compras en línea en general ha atraído a más estafadores. Dado que los niños pasan mucho más tiempo en línea, especialmente durante los cierres, el grooming y la difusión de material explícito de producción propia han aumentado considerablemente. La infraestructura gris, incluidos los servicios que ofrecen encriptación de extremo a extremo, las VPN y las criptomonedas siguen siendo objeto de abuso para facilitar y hacer proliferar una gran variedad de actividades delictivas. Esto ha dado lugar a importantes desafíos para la investigación de las actividades delictivas y la protección de las víctimas de los delitos.

Además de ampliar los esfuerzos para hacer frente a estas amenazas desde el punto de vista de la aplicación de la ley, es crucial añadir otro nivel de protección en términos de ciberseguridad. La aplicación de medidas como la autenticación multifactorial y la gestión de la vulnerabilidad son de suma importancia para disminuir la posible exposición a las ciberamenazas. La concienciación y la prevención son componentes clave para reducir la eficacia de los ciberataques y otras actividades delictivas posibilitadas por la informática.