Esta noticia fue publicada previamente por Reuters.

El jueves, los fiscales alemanes realizaron una redada en los ministerios de Finanzas y de Justicia en el marco de una investigación sobre la agencia gubernamental contra el blanqueo de capitales, lo que pone de relieve los fallos de Alemania en la lucha contra la delincuencia financiera.

La investigación sobre la Unidad de Inteligencia Financiera, un organismo del Ministerio de Hacienda bajo el mandato del candidato socialdemócrata a la cancillería Olaf Scholz, está estudiando si la unidad recibió órdenes de ignorar las advertencias de los bancos sobre pagos sospechosos a África.

Las redadas se producen en un momento crucial para Scholz, a quien los sondeos de opinión atribuyen buenas posibilidades de convertirse en canciller alemán en las elecciones nacionales del 26 de septiembre.

La UIF, junto con el regulador financiero alemán, Bafin, ambos dependientes del Ministerio de Finanzas, han sido criticados anteriormente por no haber detectado los problemas de la empresa de pagos Wirecard, que se hundió en el mayor escándalo de fraude de la posguerra en el país.

Los legisladores de la oposición no tardaron en criticar a Scholz.

“Esto es un riesgo para la seguridad de Alemania”, dijo el legislador Fabio De Masi. “Necesitamos una policía financiera con experiencia criminal. Alemania es un paraíso para los delincuentes”.

El Ministerio de Finanzas dijo que había reforzado el personal de la agencia de la UIF de 165 a más de 460, además de darle más responsabilidad y recursos técnicos.

El ministerio dijo en un comunicado que apoyaba la investigación y señaló que las sospechas no se dirigían a los empleados del ministerio.

La investigación llega en un momento crítico, ya que los esfuerzos del país contra el blanqueo de capitales están siendo revisados por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), un organismo mundial que agrupa a países desde Estados Unidos hasta China, para hacer frente a la delincuencia financiera.