Esta noticia fue publicada previamente por OCCRP.

Solway fue etiquetado como un cliente de “alto riesgo” por las transacciones sospechosas, mientras que las empresas vinculadas al grupo minero y sus ejecutivos fueron reportadas a los reguladores estadounidenses.
Era principios de 2019 y los ejecutivos de Swedbank estaban preocupados. La noticia de que el negocio de su banco en Estonia podría haber sido utilizado para blanquear miles de millones de dólares había salido a la luz unos días antes, y estaban luchando para contener las consecuencias.

El 25 de febrero, se distribuyó un memorando entre el personal en el que se describían las medidas que el banco había adoptado para tratar a los clientes de “alto riesgo” en años anteriores, incluidos cientos de clientes cuyas cuentas se habían cerrado. Entre ellos estaba Solway Investment Group, una empresa metalúrgica que explota minas e instalaciones de fundición en todo el mundo.

La mayoría de las empresas del grupo Solway fueron identificadas como “entidades de tenencia/transacción”, algunas de las cuales habían realizado “transacciones cuestionables”, decía la nota, obtenida por Eesti Ekspress. Señalaba que Solway había “rechazado la petición de presentar la documentación correcta sobre la propiedad” y por ello fue “excluida en 2011”.

Swedbank dejó de lado a Solway en un momento en el que enormes sumas de dinero sospechoso fluían por sus operaciones en el Báltico. Los investigadores descubrirían más tarde que al menos 200.000 millones de euros fueron blanqueados a través de cuentas en las sucursales estonias de Swedbank y del danés Danske Bank entre 2007 y 2015. Gran parte de esta cantidad fluyó desde Rusia y Europa del Este hacia empresas ficticias, en uno de los mayores escándalos de blanqueo de dinero de la historia.

Ahora, una información de estos bancos filtrada a la cadena sueca SVT -analizada como parte del proyecto Mining Secrets dirigido por Forbidden Stories- ha identificado cientos de pagos cuestionables que podrían haber llevado a Swedbank a dejar de ser cliente de Solway.

Los reporteros identificaron 23 empresas relacionadas con el grupo minero que movieron cerca de 1.900 millones de dólares entre 2007 y 2015 en grandes pagos en dólares redondos sin un propósito comercial claro, distintivos de lo que se conoce como “actividad sospechosa.” La OCCRP estableció que todas ellas han estado vinculadas al grupo Solway o a sus altos ejecutivos.

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