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Es innegable que -entre otras dificultades- la pandemia de COVID-19 nos dejará muchas lecciones aprendidas. Sobre todo, hemos aprendido que el mundo cambia y seguirá cambiando, a veces de forma bastante inesperada. También nos hemos dado cuenta de que existe un margen de maniobra que nos permite comprender los cambios, anticiparnos a ellos y dirigirlos hacia un futuro más sostenible.

Para ello, necesitamos nuevas herramientas y nuevas sensibilidades. En particular, la aceleración del cambio tecnológico que tuvo lugar como consecuencia de COVID-19 hace que estas capacidades sean aún más necesarias. A menudo no conocemos los principales usos reales que tendrán estas tecnologías hasta que se aplican en contextos concretos. Sólo entonces podremos comprender el valor y los riesgos que estas tecnologías pueden tener para la sociedad.

El Reglamento General de Protección de Datos, en su considerando 4, nos recuerda que: “el tratamiento de datos personales debe estar concebido para servir a la humanidad”. Para ello, en un momento tan complejo, estamos convencidos de que cada vez es más importante actuar con antelación. Es decir, en lugar de reaccionar ante las nuevas tecnologías emergentes cuando ya se ha desarrollado su valor añadido y sus riesgos para la sociedad, debemos ser capaces de anticiparnos a su evolución. De este modo, podemos prever los riesgos y apoyar mejor el proceso de creación de valor de estas tecnologías. De este modo, orientaremos su desarrollo hacia el respeto de los derechos e intereses fundamentales de las personas, reduciendo sus riesgos desde las primeras fases de su adopción.

Este enfoque también nos ayudará a centrar nuestra energía en hacer que Europa sea más resistente y esté preparada para el futuro, como ya se indica en el último informe de prospectiva de la Comisión Europea.

Sobre la base de todo esto, surgió una gran pregunta aquí en el SEPD. ¿Qué tecnologías merece la pena vigilar hoy para estar preparados para un futuro digital más sostenible en el que la protección de los datos personales esté eficazmente garantizada?

Para encontrar respuestas adecuadas a esta pregunta, lanzamos hoy nuestra nueva iniciativa TechSonar.

TechSonar es un proceso que permite al SEPD analizar continuamente el ámbito tecnológico con el fin de seleccionar las tendencias tecnológicas que prevemos para el año siguiente.

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