La sentencia obliga a la empresa a restituir al trabajador y compensarlo económicamente

Esta noticia ha sido publicada previamente por Poder Judicial.

El Tribunal Superior de Justicia de Illes Balears ha fallado a favor de un trabajador que denunció haber sido víctima de acoso laboral tras ser degradado en represalia por sus denuncias internas. La empresa EMAYA le retiró sus funciones de Responsable de Calidad y Delegado de Protección de Datos, redujo su salario y lo reasignó a un puesto inferior con turnos rotativos. Además, le abrió un expediente disciplinario y lo aisló en su entorno laboral.

Consecuencias y refuerzo de la protección laboral

El Tribunal consideró que la empresa no justificó de manera objetiva estas decisiones y que la intención era represiva, vulnerando la garantía de indemnidad del trabajador. La sentencia ordena restituirlo en su puesto original, pagarle los salarios no percibidos y una indemnización de 15.002 euros por daños morales. Este fallo refuerza la protección de los empleados que denuncian irregularidades dentro de sus organizaciones.

Consulta la sentencia si desea conocer más.