Esta noticia fue publicada previamente por Bloomberg.

Deutsche Bank AG está acusado de hacer la vista gorda ante un esquema Ponzi de años de duración que incluía inversiones fraudulentas en Florida, lo que amplía la creciente lista de dolores de cabeza legales y de cumplimiento para el director general Christian Sewing.

Los liquidadores de dos fondos de inversión de las Islas Caimán, ahora en quiebra, demandaron al banco en Nueva York y Florida, alegando que “permitió el robo a escala masiva” que provocó pérdidas de cientos de millones de dólares, según muestran los registros judiciales. El Deutsche Bank mantenía cuentas de entidades implicadas en la trama a pesar de las reiteradas señales de alarma y de las sanciones de la SEC contra ellas, y no aplicó sus propias normas para evitar el blanqueo de dinero, alegan las demandas.

“Como hemos mantenido, estas reclamaciones carecen de fundamento y seguiremos defendiéndonos enérgicamente”, dijo una portavoz del Deutsche Bank por correo electrónico.

El Deutsche Bank lleva años luchando contra las acusaciones de controles internos laxos, y ha pagado miles de millones de dólares en multas para resolver casos penales y civiles. Recientemente, se le acusó de vender indebidamente derivados de divisas en España, la Reserva Federal de EE.UU. ha criticado al banco por sus continuos fallos de cumplimiento, y el organismo de control alemán Bafin amplió el mandato del monitor contra el blanqueo de dinero que instaló en el banco.

Sewing, que fue ascendido a consejero delegado en 2018, ha tratado de controlar los problemas de cumplimiento del banco y está en la recta final de un plan de reconversión de cuatro años. Ha dicho que todavía tiene trabajo que hacer para arreglar los controles del prestamista.

El Consejero Delegado ha cedido recientemente la responsabilidad del banco de inversión y del banco corporativo a otro miembro del consejo de administración, Fabrizio Campelli, y ha trasladado la supervisión del cumplimiento normativo y la lucha contra los delitos financieros del Director de Riesgos, Stuart Lewis, al responsable jurídico, Stefan Simon. Las salidas de dos altos ejecutivos -el jefe global de divisas Jonathan Tinker y la jefa de la unidad de liquidación, Louise Kitchen- están relacionadas con la investigación interna sobre la supuesta venta indebida de derivados, según ha informado Bloomberg News.

Las dos denuncias relacionadas con los fondos de las Islas Caimán en quiebra ponen de manifiesto el largo historial de controles insuficientes del Deutsche Bank en materia de blanqueo de capitales. El primer caso fue presentado el año pasado por los liquidadores de Madison Asset LLC, y el otro fue presentado a principios de este mes por los liquidadores de las entidades conocidas como el grupo de empresas Biscayne, que invirtieron en el sector inmobiliario de Florida.