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La Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés) ha publicado hoy sus directrices revisadas sobre la gobernanza interna de las empresas de inversión en el marco de la Directiva sobre las empresas de inversión (IFD por sus siglas en inglés).

La IFD contiene requisitos específicos de gobernanza para las empresas de inversión, paralelos y coherentes con los ya aplicables en virtud de la Directiva sobre requisitos de capital (CRD por sus siglas en inglés). Estas disposiciones específicas se aplican a las empresas de inversión de clase 2. Todas las empresas de inversión deben cumplir también los requisitos de gobernanza previstos en la Directiva relativa a los mercados de instrumentos financieros (MiFID).

Las Directrices ofrecen más detalles sobre cómo deben aplicar las disposiciones de gobernanza de la IFD las empresas de inversión de la clase 2, especificando las tareas, responsabilidades y organización del órgano de dirección, y la organización de las empresas de inversión, incluida la necesidad de crear estructuras transparentes que permitan la supervisión de todas sus actividades. Las Directrices también especifican los requisitos destinados a garantizar la buena gestión de los riesgos en las tres líneas de defensa y, en particular, establecen requisitos detallados para la segunda línea de defensa (la función de cumplimiento y la gestión independiente de los riesgos, en su caso) y, la tercera línea de defensa (la función de auditoría interna), en su caso.

Base jurídica y próximos pasos
Las presentes directrices se han elaborado sobre la base del artículo 26 de la Directiva (UE) 2019/2034, que exige a las empresas de inversión disponer de sólidos mecanismos de gobernanza, incluida una estructura organizativa clara con líneas de responsabilidad, procesos y mecanismos bien definidos, transparentes y coherentes, y encomienda a la ABE la elaboración de directrices en este ámbito. Las directrices se han elaborado en colaboración con la Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM).

Las Directrices de la EBA se aplicarán a las Autoridades Competentes de toda la UE, así como a las entidades de crédito y a las empresas de inversión de forma individual y consolidada. Las Directrices entrarán en vigor el 30 de abril de 2022.