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Las empresas de servicios financieros tienen dificultades para seguir el ritmo de un panorama normativo y de amenazas que cambia rápidamente, según el Informe de la industria contra el blanqueo de capitales de Thomson Reuters

Al comenzar el año 2022, las instituciones financieras de todo el mundo están siguiendo de cerca las iniciativas normativas procedentes de la unidad de lucha contra el blanqueo de capitales (AML) del Departamento del Tesoro de EE.UU., ya que crea reglamentos nuevos y modificados para la aplicación de la Ley contra el Blanqueo de Capitales de 2020 (AMLA), incluida la Ley de Transparencia Corporativa (CTA).

Sin embargo, además de la AMLA y la CTA, los líderes de las empresas de servicios financieros tienen una multitud de otros problemas que los mantienen despiertos por la noche, desde las regulaciones cambiantes hasta la detección de sanciones y la calidad de sus datos, ya que continúan incorporando nuevos clientes, a menudo a distancia, a un ritmo rápido.

En la 4ª edición del Informe de Thomson Reuters sobre el sector de la lucha contra el blanqueo de capitales, tratamos de conocer los puntos débiles específicos del sector tras más de dos años de pandemia mundial. Los resultados fueron claros: mantenerse al día con un panorama normativo y de amenazas que cambia rápidamente sigue siendo un reto para muchas empresas de servicios financieros. Sin embargo, las empresas que aplican un enfoque nuevo y tecnológico a los métodos de verificación de la identidad digital, por ejemplo, están encontrando oportunidades para atrapar a los malos actores, incluso cuando pasan a la banca móvil y a otros métodos de actividad financiera.

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