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Europol apoyó a las autoridades alemanas, neerlandesas y estadounidenses en el desmantelamiento de la infraestructura del prolífico ransomware HIVE. En esta operación internacional participaron autoridades de 13* países en total. Las fuerzas del orden identificaron las claves de descifrado y las compartieron con muchas de las víctimas, ayudándolas a recuperar el acceso a sus datos sin tener que pagar a los ciberdelincuentes.
En el último año, el ransomware HIVE ha sido identificado como una amenaza importante, ya que se ha utilizado para comprometer y cifrar los datos y sistemas informáticos de grandes multinacionales de TI y petróleo en la UE y los Estados Unidos. Desde junio de 2021, más de 1 500 empresas de más de 80 países de todo el mundo han sido víctimas de los asociados de HIVE y han perdido casi 100 millones de euros en pagos de rescates. Los afiliados ejecutaron los ciberataques, pero el ransomware HIVE fue creado, mantenido y actualizado por los desarrolladores. Los afiliados utilizaban el doble modelo de extorsión del “ransomware como servicio”; primero, copiaban los datos y, a continuación, cifraban los archivos. A continuación, pedían un rescate tanto para descifrar los archivos como para no publicar los datos robados en el Hive Leak Site. Cuando las víctimas pagaban, el rescate se repartía entre los afiliados (que recibían el 80 %) y los desarrolladores (que recibían el 20 %).
Otros peligrosos grupos de ransomware también han utilizado este modelo denominado ransomware-as-a-service (RaaS) para perpetrar ataques de alto nivel en los últimos años. Esto ha incluido pedir millones de euros en rescates para descifrar los sistemas afectados, a menudo en empresas que mantienen infraestructuras críticas. Desde junio de 2021, los delincuentes han utilizado el ransomware HIVE para atacar a una amplia gama de empresas y sectores de infraestructuras críticas, incluidas instalaciones gubernamentales, empresas de telecomunicaciones, fabricación, tecnología de la información y asistencia sanitaria y salud pública. En un ataque de gran envergadura, los afiliados a HIVE tuvieron como objetivo un hospital, lo que provocó graves repercusiones sobre la forma en que el hospital podría hacer frente a la pandemia COVID-19. Debido al ataque, este hospital tuvo que recurrir a métodos analógicos para tratar a los pacientes existentes, y no pudo aceptar a otros nuevos.
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