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En general, atendiendo a la cantidad de criptodivisas enviadas desde direcciones ilícitas a direcciones alojadas en servicios, los ciberdelincuentes blanquearon criptodivisas por valor de 8.600 millones de dólares en 2021.


Esto representa un aumento del 30% en la actividad de lavado de dinero con respecto a 2020, aunque tal aumento no es sorprendente dado el importante crecimiento de la actividad de criptodivisas tanto legítimas como ilícitas en 2021. También hay que tener en cuenta que estas cifras solo tienen en cuenta los fondos derivados de la delincuencia “nativa de la criptomoneda”, es decir, la actividad cibercriminal como la venta en la red oscura o los ataques de ransomware en los que los beneficios se obtienen prácticamente siempre en criptomoneda en lugar de en moneda fiduciaria. Es más difícil medir la cantidad de moneda fiduciaria derivada de la delincuencia offline -el tráfico de drogas tradicional, por ejemplo- que se convierte en criptomoneda para ser blanqueada. Sin embargo, sabemos que esto ocurre de forma anecdótica, y más adelante en esta sección ofrecemos un estudio de caso que muestra un ejemplo de ello.

En general, los ciberdelincuentes han blanqueado más de 33.000 millones de dólares en criptodivisas desde 2017, y la mayor parte del total a lo largo del tiempo se ha trasladado a los intercambios centralizados. A modo de comparación, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito estima que cada año se blanquean entre 800.000 y 2 billones de dólares en moneda fiduciaria, hasta el 5% del PIB mundial. A modo de comparación, el blanqueo de dinero representó solo el 0,05% de todo el volumen de transacciones de criptodivisas en 2021. Citamos estas cifras no para tratar de minimizar los problemas relacionados con la delincuencia de la criptomoneda, sino para señalar que el blanqueo de dinero es una plaga en prácticamente todas las formas de transferencia de valor económico, y para ayudar a los profesionales de la aplicación de la ley y del cumplimiento de la normativa a ser conscientes de cuánta actividad de blanqueo de dinero podría trasladarse teóricamente a la criptomoneda a medida que aumenta la adopción de la tecnología.

La mayor diferencia entre el blanqueo de dinero fiduciario y el basado en la criptomoneda es que, debido a la transparencia inherente a las cadenas de bloques, podemos rastrear más fácilmente cómo los delincuentes mueven la criptomoneda entre carteras y servicios en sus esfuerzos por convertir sus fondos en efectivo. ¿En qué tipo de servicios de criptodivisas confían los delincuentes para ello?

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