Esta noticia fue publicada previamente por Reuters.
Una unidad del banco central de Afganistán que ha liderado un esfuerzo de 15 años para contrarrestar los flujos de financiación ilícita ha interrumpido sus operaciones, según cuatro miembros del personal, lo que amenaza con acelerar la salida del país del sistema financiero mundial.
Desde 2006, el Centro de Análisis de Transacciones e Informes Financieros de Afganistán (FinTRACA) ha reunido información sobre miles de transacciones sospechosas y ha ayudado a condenar a contrabandistas y financiadores del terrorismo, según su sitio web.
Funcionarios de la ONU han afirmado que los talibanes, que tomaron Kabul el 15 de agosto, obtuvieron cientos de millones de dólares del tráfico de drogas y otras fuentes ilícitas cuando luchaban contra las tropas gubernamentales. El grupo ha prometido que a partir de ahora no habrá cultivo de drogas en Afganistán.
La información que aparece en el sitio web de FinTRACA indica que los talibanes están en su punto de mira, mientras que el personal con el que habló Reuters dijo que el grupo había sido un objetivo desde su lanzamiento.
Se negaron a ser nombrados por temor a represalias debido a la naturaleza sensible de su trabajo.
Con el movimiento militante islamista de nuevo en el poder, la ausencia de una unidad de inteligencia financiera (UIF) que funcione podría restringir los vínculos de Afganistán con el sistema financiero internacional y con los prestamistas en el extranjero, advirtieron algunos expertos.
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