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El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha acordado la apertura de juicio oral por las presuntas irregularidades cometidas en el Campus de la Justicia (CJM) respecto del exconsejero de la Comunidad de Madrid Alfredo P. y otros cinco encausados, a los que requiere para que presten una fianza solidaria de 40 millones de euros con el fin de garantizar las futuras responsabilidades civiles o económicas a las que pudieran ser condenados. 

En un auto, que recoge los escritos de acusación de la Fiscalía y de la Abogacía de la Comunidad de Madrid, el titular del Juzgado Central de Instrucción Cinco señala a la Sala de lo Penal de la Audiencia como el órgano competente para el enjuiciamiento de los hechos y da de plazo hasta el 21 de septiembre a las representaciones de los acusados para presentar sus escritos de defensa. 

Pedraz requiere a los acusados y a los responsables civiles, a través de su representación procesal, para que, en el plazo de quince días, manifiesten relación de bienes y derechos de los que sean titulares con la precisión necesaria para garantizar unas futuras responsabilidades civiles y/o pecuniarias, conjunta y solidariamente por un total de 40.000.000 de euros. 

Además del exconsejero de la CAM, el juez abre juicio oral contra Isabelino B.F., Mariano José S.P., Alicio D.L.H.R. y Andrés G.G., en sus respectivas condiciones de director general Técnico, subdirector general Técnico, director Financiero y director de Seguridad del Campus de la Justicia, así como respecto de Félix José G.D.C. 

El 12 de noviembre del pasado año, el anterior titular del Juzgado, José de la Mata, acordó el pase a procedimiento abreviado por delitos de prevaricación, fraude a las administraciones pública y malversación de caudales públicos y señaló que los investigados, liderados por el exconsejero de la CAM, quien en última instancia tomaba todas las decisiones, “se pusieron de acuerdo con distintas personas y mercantiles para adjudicar irregularmente a su favor distintos contratos de CJM, elaboraron un plan criminal y pusieron en marcha distintos artificios para llevarlos a cabo”. 

Según explicaba de la Mata, el exconsejero y los directivos investigados “corrompieron sustancialmente el procedimiento de adjudicación de contratos de CJM, quedando afectada sustancialmente su operativa y los resultados económicos, menoscabando así los bienes jurídicos que tutela el tipo penal de la malversación de los caudales públicos”. 

“En este caso no estamos ante autoridades o funcionarios que hayan sustraído para su lucro personal el dinero de la administración en perjuicio del patrimonio público: la conducta aquí perpetrada afecta al sistema de funcionamiento de una entidad pública, que ha resultado deteriorada, dañada y menoscabada, tanto en su imparcialidad, probidad y prestigio, como en su eficacia y en su integridad patrimonial (hasta el punto de haber sufrido perjuicios el erario público de cientos de millones de euros)”, afirmaba entonces el juez.

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