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La autoridad fiscal luxemburguesa está en su derecho cuando envía cartas a los residentes en las que sospecha que tienen posibles ingresos no declarados en el extranjero, ha dicho el ministro de Finanzas, Pierre Gramegna, a pesar de que el país está luchando por sacudirse su propia reputación de paraíso fiscal.

Esta correspondencia, emitida por la Administración de Contribuciones Directas (ACD) del país, es totalmente legítima como “parte del procedimiento de investigación fiscal”, dijo Gramegna el martes en respuesta a una pregunta parlamentaria escrita del diputado socialdemócrata (CSV) Gilles Roth.

Roth cuestionó que las cartas tengan una base legal y que se consideren apropiadas, ya que contienen una acusación directa de que los ciudadanos no declaran sus ingresos en el extranjero.

“El contenido (de las cartas) puede resumirse así: He recibido información de que usted está en posesión de ingresos y/o un patrimonio procedente del extranjero… estos detalles no aparecen en sus declaraciones de impuestos”, dijo Roth.

“¿No considera el ministro que, a falta de detalles más precisos, las cartas pueden calificarse de “correos de suplantación de identidad”? En otras palabras, ¿no debería ACD proporcionar a los contribuyentes residentes detalles más precisos sobre el origen de la información?”, añadió el diputado del CSV.

Gramegna defendió el uso de las cartas, describiéndolas como “de ninguna manera… correos electrónicos de phishing (o) expediciones de phishing”, pero diciendo que tal correspondencia se basa “en datos concretos y relevantes previamente comunicados a la ACD por el intercambio automático de información (entre autoridades fiscales)”.

En muchos casos, las personas estarán exentas de pagar la doble imposición en cualquier caso, debido a los tratados bilaterales en vigor entre Luxemburgo y otros muchos países.

Gramegna añadió que “se espera legítimamente” que las personas registradas como residentes fiscales en el Gran Ducado cooperen plenamente con la ACD y “presenten toda la información de que dispongan en relación con su patrimonio en el extranjero susceptible de generar ingresos”.

La persecución oficial de Luxemburgo a los residentes con ingresos en el extranjero contrasta con su reputación de paraíso seguro para los evasores fiscales, tras las sucesivas denuncias de que el país da un trato preferente a algunas empresas, privando así a otras naciones de ingresos fiscales.