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En una reciente sentencia, de 22 de julio, la Sala de lo Social del Tribunal Supremo ha validado como prueba unas grabaciones que muestran a una empleada del hogar intentando abrir la caja fuerte de la vivienda, imágenes cuya captación no fue avisada de forma previa a la trabajadora.

Como novedad en la compleja doctrina sobre grabaciones a los empleados, el Supremo indica que, para un caso así, donde existen profundas sospechas de irregularidades, no es necesario advertir al empleado de la instalación de las cámaras. Siempre, eso sí, que se trate de un sistema instalado ad hoc y no un sistema de videovigilancia permanente. 

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