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El plan de China de extender su ley antisanciones a Hong Kong es un nuevo dolor de cabeza para los bancos internacionales, ya atrapados en el deterioro de las relaciones entre Pekín y las principales potencias occidentales, dicen los analistas y los conocedores.Como centro financiero con un sistema jurídico respetado internacionalmente, Hong Kong se ha promocionado durante mucho tiempo como una puerta de entrada fiable para los negocios en la China autoritaria.

Pero las crecientes tensiones geopolíticas -y la represión de la disidencia en la ciudad por parte de China- han hecho que ese entorno empresarial sea menos fluido en los últimos dos años. Y las cosas podrían complicarse aún más. En junio, China aprobó una amplia ley antisanciones en respuesta a los castigos estadounidenses y europeos provocados por el trato de Pekín a Hong Kong y a su minoría musulmana uigur de Xinjiang.

Sus poderes incluyen la denegación de visados, la deportación o el embargo de bienes de quienes formulen o cumplan sanciones contra empresas o funcionarios chinos. Las empresas extranjeras pueden ser demandadas ante los tribunales chinos por aplicar sanciones y la ley también puede esgrimirse contra los miembros de la familia.

A principios de esta semana, la jefa del ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, confirmó que la ley antisanciones se aplicaría pronto en el centro financiero de alguna forma. Las empresas internacionales -en particular los bancos- se apresuran ahora a averiguar lo que esto podría significar para ellas, temerosas de quedar atrapadas entre regímenes sancionadores en pugna.

“Si la ley se toma en serio, podría ser un gran problema que los bancos de Hong Kong tuvieran que aplicar las sanciones de EE.UU., y luego se enfrentaran a un juicio en Hong Kong por aplicar esas sanciones”, dijo a la AFP Julian Ku, un experto en derecho internacional de la Universidad de Hofstra.

Los interrogantes se ciernen sobre el aspecto de la ley.

Los medios de comunicación estatales chinos han afirmado que el máximo órgano legislativo de Pekín tiene previsto desvelar nuevas medidas no especificadas para Hong Kong y Macao cuando se reúna la próxima semana.

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